Tattoo Girl ya cerró sus puertas. Dejamos en linea esta entrevista como parte de nuestra crónica gastronómica de la Antigua Guatemala.
7 de julio 2015
Normalmente en esta columna solemos presentar la últimas noticias sobre los restaurantes de la Antigua y sus respectivas especialidades culinarias. Sin querernos alejar demasiado de nuestra línea, esta vez hacemos una excepción a la regla y les presentamos ... un bar. En realidad no estamos tan fuera de nuestra trayectoria, ya que dicho bar se encuentra en un restaurante español muy reconocido y respetado, más precisamente en Paellas La Barraca.
Lo que nos intriga de este bar y que nos ha llevado a resaltarlo es el tema en que se inspira y el público al cual se dirige: El mundo de los tatuajes y la clientela femenina. Les podemos anticipar que se trata de un concepto muy especial que merece ser profundizado. Los demás detalles léanlos a continuación en la entrevista que hicimos con el fundador de Tattoo Girl José Ramón Echevarrieta.
DA: ¿Por lo visto ha habido cambios en Paellas La Barraca?
José Ramón: Así es, lo que hicimos fue aprovechar los espacios y diversificar, el local se presta muy bien para eso. En el frente pusimos Tattoo Girl, un ambiente informal, moderno y dirigido a un público joven. El restaurante sigue invariado, y propone las mismas especialidades españolas que todo el mundo conoce y aprecia en La Barraca de Don Pepe en Guatemala.
DA: ¿Cuál es el enfoque del bar?
José Ramón: Es un bar temático representante el mundo de los tatuajes, pero con fuerte enfoque en un público femenino. Por eso se llama Tattoo Girl. Por la situación actual en Guatemala, mucha gente tiene un concepto equivocado de las personas que decoran su cuerpo con tatuajes. En realidad es un mundo muy creativo, artístico y pacífico. Con el enfoque femenino del bar queremos resaltar estas vocaciones.
Todo el concepto está pensado en la mujer que visita un bar con amigos o amigas y muy seguido no encuentra las opciones de comida o las bebidas que le gustan. Eso comprensible, ya que los bares tradicionalmente son están diseñados para una clientela masculina. Entonces hemos analizado cuáles son las preferencias de las damas y hemos creado las opciones para que se sientan cómodas. Eso no quiere decir que los hombres no sean bienvenidos, solo que le damos la prioridad a las mujeres.
DA: ¿Concretamente?
José Ramón: En términos de bebidas tenemos un menú especial para damas que es entre shots y cócteles preparados. Son creaciones nuestras que no vas a encontrar en ningún otro lado. Por ejemplo hemos logrado imitar el sabor de la barra de chocolate Snickers en un shot. Lleva Amaretto, Baileys, Kalhua, y otros ingredientes que no voy a revelar. Otra creación nuestra es el Chocolate-Mint que se sirve en una copa de Martini y está basado en Vodka de chocolate con Blue Curacao y Baileys. Y así tenemos todo un menú de drinks.
DA: ¿Cómo nace un cóctel o un shot?
José Ramón: Si soy sincero es a base de prueba y error. Escojo un licor de base y sobre eso decido que le agrego y hago mis pruebas. Nos inventamos todo aquí, es política de la casa no copiar nada para tener la exclusividad en todo.
DA: ¿Fue así que nació el licor de Snickers?
José Ramón: Estaba terminando de hacer unas pruebas y le di una a probar a Roxy, nuestra bartender. Lo probó y por mi horror se le ocurrió echarle una pizca de sal. Yo me opuse rotundamente pero ella insistió. Por fortuna, porque el resultado fue impresionante, a mis clientes les encanta.
DA: Y en términos de comida, ¿el bar tiene su propia carta?
José Ramón: Tenemos dos menús, el de Paellas La Barraca y él de Tattoo Girl. Sin embargo, siempre tienes la opción de pedir de cualquiera de las dos cartas, sin importar donde te encuentres. El menú del bar es más informal y tiene tapas como de salmón con chile pimiento, conos de papas fritas, aros de cebolla, dedos de pollo, camarones empanizados en masa de cerveza negra, calamares fritos y otros platos. Son en su mayoría opciones livianas que tienen mucha aceptación.
DA: ¿A qué te refieres con “conos”?
José Ramón: Son literalmente conos de papel kraft servidos en un resorte, un poco como se sirven los churros en España o el fish and chips en Inglaterra.
DA: ¿Qué te impulsó a complementar un restaurante de comida española con un bar de tatuajes?
José Ramón: He tenido dos bares en el pasado y llevaba mucho tiempo con la idea de abrir uno dedicado a los tatuajes. Sólo que no lograba encontrar un concepto que me entusiasmara. Tal vez porque en Guatemala el tatuaje todavía representa un tabú en la sociedad, al igual que las perforaciones y otras modificaciones. Aunque últimamente se nota más tolerancia en el tema.
DA: ¿Entonces el bar nace de tu pasión por los tatuajes?
José Ramón: Definitivamente, he sido promotor de eventos durante 16 años y entre muchos otros organicé unos festivales de tatuajes y perforaciones a nivel centroamericano. He siempre estado ligado a este movimiento y me siento parte de él.
DA: ¿Es un mundo muy peculiar, no?
José Ramón: El principal atractivo de este mundo es el arte. Hay mucho simbolismo transformado en verdaderas obras de arte corporal. Yo personalmente no hago tatuajes pero estamos montando un estudio en cooperación con Mystic Tattoos, una empresa muy famosa en Guatemala. Tengo muchos amigos tatuadores alrededor del mundo que se sienten muy atraídos por Guatemala. Son excelentes artistas y cuando nos visiten lo comunicaremos y nuestros clientes para que puedan hacer sus citas con ellos. Para los apasionados, tener tatuado la obra exclusiva de un artista extranjero tiene mucho valor.
DA: Tattoo Girl es principalmente un bar y donde hay un bar hay música. Cómo concilias dos mundos totalmente opuestos como un restaurante tradicional de paellas y un bar con música moderna?
José Ramón: Por cierto, la música es un elemento muy característico de Tattoo Girl y lo que encuentras aquí es música electrónica, algo más bien exclusivo en la Antigua. Los viernes y sábados incluso tenemos DJ en vivo. La música moderna y un restaurante de comida española no tienen necesariamente que contrastar. Y que bueno que tocas el tema porque en breve vamos a tener tablado español, guitarra, caja canto y baile de taconeo Sevillano en vivo. Lo que hacemos es organizarnos con el horario. El flamenco está en las primeras horas de la noche mientras que el DJ empieza más tarde. Respetando los respectivos horarios podemos conciliar las dos cosas. Además, la música electrónica que ponemos es muy agradable, para nada extrema. De hecho tocada a un volumen bajo puede ser una excelente música de fondo para cualquier restaurante.
DA: Te voy a provocar un poco: ¿Qué le dices a los vecinos antigüeños que están hartos de los bares y del caos nocturno que engendran?
José Ramón: Entiendo los vecinos y empatizo con ellos porque esta es su ciudad y tienen todo el derecho a no ser molestados en su hogar. Por eso respeto y sigo las leyes manteniendo el volumen a un nivel tolerable y apago la música incluso una hora antes de lo permitido. Aquí no hay after-parties, a las medianoche se acaba la música y a la una cerramos. Esa es mi forma de respetar.
DA: Cuéntanos de tu persona.
José Ramón: Los últimos cinco años viví en San José en Costa Rica. Antes trabajé 16 años en la organización de eventos musicales y culturales en Guatemala. Entre otros con Casa Comal, les hacía las inauguraciones y clausuras del festival de cine y video Icaro. A parte eso tuve dos bares en Guatemala y promoví muchos artistas internacionales de música electrónica. De hecho, durante muchos años fui el organizador del Rave del Castillo, uno de los festivales más legendarios de Guatemala. Pero eso ya es historia.
DA: ¿Qué se siente vivir y trabajar en la Antigua?
José Ramón: Escogí la Antigua porque empecé un nuevo ciclo en mi vida y me ha ayudado mucho vivir aquí. Es una isla de tranquilidad y tengo contacto con muchos viajeros. La energía que transmite esa gente es un bienvenido y agradable contraste con las vibras negativas presente en todos lados. Me gusta ver las cosas desde una óptica positiva y seguir adelante con ánimo y la Antigua me permite vivir esta actitud.
