9 de agosto 2016
Bianco e Nero es el emisario más reciente de la auténtica cocina italiana en Antigua. Aunque, a uno que otro de nuestros lectores le sonará familiar su extenso menú de pasta, pizza y otras delicias del Bel Paese.
Después de enésimas conversaciones y entrevistas con dueños y chefs sabemos con certeza que al origen de un restaurante siempre está un sueño. Ahora bien, después de haber abierto cuatro, como en el caso del personaje que les presentamos este mes, con su nuevo santuario de la cocina italiana en la 6ta. Avenida Norte, el sueño ya no basta como explicación.
Escuchando Giancarlo Biagioni hablar de su restaurante Bianco e Nero, uno llega inevitablemente a la conclusión de que la gastronomía para gente como él es mucho más, podríamos definirla una irresistible mezcla de obsesión y puro amor por la cocina.
DA: ¿Cuántos restaurantes has tenido en tu vida?
Giancarlo: Este es el cuarto. Los restaurantes son como un vicio, es difícil dejarlo. Hace tres años vendí mi último restaurante, La Toscana en la 1ra. Avenida, para dedicarme a mi otra pasión, los zapatos. De hecho, todavía diseño y produzco zapatos en San Lucas. Me considero una persona creativa, y los zapatos y la gastronomía me permiten expresar esa creatividad.
Sin embargo, Bianco e Nero lo abrí más que todo para mis hijos. Son ellos quienes lo manejan. Yo aquí estoy para apoyarlos y para transmitirles mis conocimientos y mi experiencia.
DA: ¿Cómo se compara Bianco e Nero con La Toscana?
Giancarlo: Cambia principalmente el concepto. La Toscana era muy familiar, más bien un lugar de encuentros para amigos. Bianco e Nero es más formal con una atención más refinada y un ambiente acogedor.
DA: ¿Y si comparamos los menús?
Giancarlo: Aquí tenemos un menú italiano más completo, con la adición de diferentes especialidades de mi región. Como sabes, tenemos una fabricación de pasta fresca en San Lucas, lo que explica porque nuestro menú está muy enfocado en platos de pasta en todas sus variedades, en cuenta sin gluten.
DA: A pesar de eso, ¿todavía ofrecen la famosa Bistecca Fiorentina (t-bone steak italiano)?
Giancarlo: Desde luego, es nuestro plato de autor. Usamos únicamente carne de animales selectos, criados de acuerdo con nuestros criterios de calidad. La Fiorentina es una experiencia culinaria única y un plato original de Florencia y con eso de mi tierra.
DA: Hablando de platos originales, ¿cuáles son los más pedidos y cuáles los más exclusivos?
Giancarlo: Los más pedidos son sin duda las pastas y pizzas. Eso es lo que busca la gente cuando visita un restaurante italiano en estos lares. Nuestros platos de carne también gozan de mucha demanda.
En cuanto a los más exclusivos son estos la Bistecca Fiorentina mencionada anteriormente, el carpaccio en sus diferentes variaciones, y por supuesto la langosta. Este último plato es muy especial. Tenemos un proveedor que todos los miércoles nos manda langostas del Atlántico, frescas desde Livingston, junto con pescado y los mariscos. El peso promedio es de tres libras cada una y la servimos en una cama de pasta y acompañada de mariscos. Te aseguro que es un plato muy abundante, además de ser único en Antigua.
DA: ¿Por qué nombraron el restaurante "Bianco e Nero"?
Giancarlo: Mis hijos y yo somos apasionados seguidores del fútbol italiano y aguerridos aficionados de la Juventus, cuyos colores son el blanco y el negro. Así que decidimos reflejar esa pasión en el nombre del restaurante cuando empezamos a plasmar el proyecto.
DA: Si tu función es la de asesor, ¿quién maneja el restaurante?
Giancarlo: Todos lo manejan, solo que con diferentes funciones. Giancarlo hijo es el encargado administrativo. Gabriele, que está por graduarse de chef, está a cargo de la cocina, aunque aquí todos cocinan, en cuenta yo mismo. Juntos con Mauricio que tiene muchos años de trabajar con nosotros y que nos apoya detrás de las hornillas, son un equipo formidable.
DA: ¿Y quiénes son tus clientes que disfrutan de tanta bondad?
Giancarlo: Tenemos una clientela muy diversificada, guatemaltecos, turistas, amigos, en fin, un poco de todo. Curiosamente, nuestros clientes italianos son una minoría, pero eso se explica con el hecho que los italianos comen italiano en su casa.
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