5 de enero 2016
Hoy conversamos acerca de la llamada "reina de las variedades de uvas tintas". Nos estamos refiriendo a la Cabernet Sauvignon.
Cabernet Sauvignon es en realidad un cruce natural de Cabernet Franc y Sauvignon Blanc que se produjo alrededor de 1600. Es una variedad que se ha ido adaptando a gran diversidad de terruños alrededor del planeta y puede mostrar una amplia variedad aromática.
Entre sus diversos aromas se destacan los de frutas, principalmente oscuros incluyendo: grosella, mora, ciruela, cereza negra y arándano. Los aromas de especias se muestran con notas de pimienta negra, pimienta roja, eucalipto, anís, la hoja de laurel, canela, mentol, alcanfor. Cuando se somete a tiempo de envejecimiento en barrica, el roble suaviza los taninos de la uva de gran astringencia. Aparecen las notas de humo, vainilla, clavo, chocolate y café tostado.
Por mencionar algunos de los lugares donde esta variedad se destaca podemos nombrar en Francia, los vinos de Burdeos. En Italia, específicamente en la región de Toscana con los "Supertoscanos" y en España, especialmente en los vinos del Priorat.
La podemos encontrar con otros nombres de los cuales los más utilizados son: Petit-Bouchet, Petit-Cabernet, Petit-Vidure y Sauvignon Rouge.
Maridaje para Cabernet Sauvignon
Es una variedad que se puede combinar con una inmensa diversidad de platos en dependencia de su edad. Para un Cabernet joven podemos recomendar una pizza de champiñones con salsa de tomate. Para no afectar los sabores frutales del Cabernet Sauvignon sugerimos no vincularlo con el chocolate. En su lugar, recomendamos el vino con unas costillas estofadas, o también con las la caza de pelo y pluma las cuales se acomodan muy bien a esta variedad.
No dude ni por un instante en probar cualquier Cabernet que tenga a su alcance. Es una variedad que nunca le hará quedar mal.
Douglas Montoya de la Escuela Española de Sommeliers en Guatemala.